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En 20 años de estar analizando inversiones y dar asesoría financiera las dos preguntas constantes son: ¿En qué invierto?, o ¿Qué me puede dar el mayor rendimiento? Muchas de estas personas incluso tienen experiencia invirtiendo, pero es muy común que no conozcan su situación de patrimonio neto o net worth en inglés.
Conócelo: El patrimonio neto se obtiene al conocer el valor total de todos tus activos menos todos tus pasivos. Es decir, el valor de todo lo que tienes menos todo lo que debes. Los activos incluyen todo lo que tiene un valor en dinero como propiedades, ahorros, inversiones, coches o joyas mientras que los pasivos son deudas o préstamos pendientes de pago como saldo de créditos hipotecarios, saldos en tarjetas de crédito, saldo a pagar en créditos automotrices, de consumo, préstamos personales u otros adeudos.
Para calcular tu patrimonio neto es importante la valuación correcta de los activos y no caer en el frecuente error de sobrevaluarlos. Lo aconsejable es tomar escenarios pesimistas de la cantidad de dinero en efectivo que pudieras recibir si se vendieran.
Cuentas con un patrimonio neto positivo cuando tus activos son mayores a tus pasivos y, por el contrario, cuando tienes más deudas que bienes, tu patrimonio neto es negativo. La cifra de patrimonio neto va cambiando en distintos momentos e idealmente con el avance de tu vida financiera debería estar en crecimiento. Tener un patrimonio neto negativo no necesariamente significa una mala planeación, sino simplemente indica que en ese momento se debe más de lo que se tiene y se debiera de actuar en consecuencia.
Al conocer este número de manera clara y sus componentes, se revelan claramente alertas, prioridades y riesgos patrimoniales que muchos inversionistas desconocen y permite dar recomendaciones sólidas que ayuden a mejorar la situación patrimonial de manera estratégica y no sólo dar recomendaciones de rendimiento a corto plazo. Es la carta de navegación.
Conocer el patrimonio neto y revisarlo periódicamente, por lo menos una vez al año, otorga una visión con sentido que sirve para saber dónde estás y lo que tienes que hacer, acciones específicas que siguen la ruta adecuada para alcanzar tus objetivos financieros y ser más eficiente. Es como revisar la carta de navegación de un barco en donde haciendo pequeños ajustes, con el tiempo, pueden conducir a otro continente.
Ajustes de ruta: En este análisis y conociendo tu situación, se puede concluir, por ejemplo, si tu patrimonio neto es negativo que debes de ajustar tus gastos, reducir tus pasivos más caros o no apalancarte más, es decir no adquirir más deudas o también determinar claramente la necesidad de adoptar hábitos de inversión, que en el tiempo logran resultados enormes por la capitalización de intereses o la apreciación de activos y esto te permitirá modificar tu patrimonio neto a mediano y largo plazo. En las revisiones periódicas puedes saber con claridad si tus activos están acumulándose o reduciéndose en proporción a las deudas. O si tienes la suficiente liquidez para hacer frente a emergencias o estás en ruta para alcanzar un retiro sin preocupaciones financieras.
En conclusión, ayuda a establecer metas financieras de corto plazo que, en el tiempo, harán tanta diferencia que terminarás en otro continente.
Luis Tinajero es director en Educación e Innovación financiera con Grupo Financiero Actinver linkedin.com/in/luistinajero
Fecha de publicación: 31/05/2023