Foto flickr.com/Ryan Adams (https://flic.kr/p/26JPqPK)

La educación financiera es un concepto muy amplio. En términos generales, podemos decir que alguien está educado si cuenta con la capacidad de comprender y contar con habilidades para utilizar de manera efectiva los conocimientos financieros en la gestión personal del dinero, la planificación patrimonial y las inversiones.

     Una persona educada financieramente debería poseer los conocimientos básicos que le permitan acceder a instrumentos financieros, utilizarlos en su beneficio y evitar situaciones problemáticas económicas. Es importante recordar que, al igual que nuestra relación con el dinero nos acompaña toda la vida, la educación financiera debería ser un compañero constante en este viaje.

 

Inclusión y educación financiera en México

Los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera en México 2021 revelan que el 49.1% de la población, con edad entre los 18 y 70 años (41.1 millones de personas), tienen una cuenta en un banco o institución regulada. Aunque el acceso a servicios bancarios ha crecido considerablemente en la última década, sigue siendo un desafío que las personas comprendan y aprovechen las distintas herramientas financieras a las que pueden acceder para su beneficio.

     La importancia de la educación financiera es innegable. Sus efectos se reflejan en áreas vitales de las personas, como el lograr contar con los recursos necesarios para vivir, la capacidad de adquirir una propiedad, la planificación de un retiro con un nivel de vida adecuado y el cumplimiento de muchos otros objetivos financieros, así como de manera colectiva, se traduce en una mejor sociedad. La falta de conocimientos básicos financieros puede tener consecuencias muy perjudiciales a mediano y largo plazo, desde una falta de oportunidades hasta problemas financieros catastróficos, y a estar más propenso a caer en fraudes o pérdidas significativas por malas decisiones.

    Afortunadamente, la era digital, así como ha hecho más accesible la adquisición de productos financieros también ha facilitado que el acceso a la educación financiera sea muy sencillo. Plataformas como acelera-academy.com y otras iniciativas educativas financieras están teniendo un impacto muy positivo. Sin embargo, es fundamental asegurarse de que el contenido educativo provenga de profesionales y fuentes confiables.

 

¿Por dónde empezar en la educación financiera?

Esta pregunta puede parecer abrumadora para muchas personas debido a su amplitud. Para nosotros, en el sector financiero, las preguntas más frecuentes que recibimos son: ¿Dónde invertir con los más altos rendimientos? o ¿Cuál es el mejor crédito?, mientras se pasan por alto conceptos fundamentales.

     Es crucial comenzar con bases sólidas. Hay por lo menos cuatro conceptos esenciales que toda persona que quiera desarrollar su educación e inteligencia financiera debe de aprender:

1. El Poder del Interés Compuesto: La herramienta financiera más poderosa. Entender el costo de no estar invertido, el costo de esperar unos años para hacerlo, o los grandes beneficios que puede obtener con inversiones, incluso modestas, a largo plazo. 

2. El Valor del Dinero en el Tiempo: Es necesario para comprender el costo real de financiar una compra, lo que significa un crédito hipotecario en términos financieros, o el impacto de la inflación en nuestro dinero.

3. Cómo funciona el Instrumento de Inversión que están considerando: Entender lo que sucede con el dinero que aportan a una inversión determinada; cómo se generan los rendimientos y las reglas aplicables. Muchas personas solo piensan en el posible rendimiento que puede generar una inversión sin conocer lo que hay detrás. 

4. Conocimiento básico de las autoridades financieras de nuestro país y la regulación que aplica a instituciones, servicios y productos financieros: El rol de entidades clave como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF) y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) para poder identificar las garantías y la seguridad que se puede otorgar en cada caso. Igualmente, estas instituciones cuentan con información y recursos educativos que son de mucha ayuda para todos los que busquen apuntalar su educación financiera. Los programas de la CONDUSEF pueden ayudar a muchas personas a obtener este conocimiento. 

     Estos sencillos conceptos pueden delinear una base sólida. Invertir tiempo en nuestra educación financiera es la clave para alcanzar nuestros objetivos patrimoniales y evitar crisis financieras personales en el futuro.

 

Luis Tinajero es director en Educación e Innovación financiera con Grupo Financiero Actinver linkedin.com/in/luistinajero

 


Fecha de publicación: 25/10/2023